Si eres de los que adora viajar pero la idea de un vuelo de larga distancia con niños te aterra, ¡este es tu artículo! Viajar en avión puede ser un desafío, pero con los trucos y consejos adecuados, puede convertirse en una experiencia agradable y sin estrés para toda la familia.
1. Preparación antes del día de la salida
Una buena preparación es esencial para llevar a cabo un viaje de largo recorrido con niños. Algunos puntos a tener en cuenta incluyen:
- Reserva asientos adecuados: Trata de reservar asientos cerca de las ventanillas para permitir a los niños disfrutar de la vista y descansar cómodamente. Los asientos situados en la parte delantera son generalmente más tranquilos y ofrecen un espacio extra para las piernas.
- Anticipa las necesidades de los niños: Recuerda llevar ropa suficiente, pañales y medicamentos que tus hijos puedan necesitar durante el vuelo. No dudes en consultar a tu pediatra para obtener consejos personalizados.
- Planifica las comidas: Se recomienda llevar snacks saludables y fáciles de comer para complementar la comida del avión. Las purés de frutas y los yogures son por ejemplo muy prácticos.
2. Mantén a tus hijos ocupados durante el vuelo
Para que el tiempo pase más rápido y evitar el aburrimiento, es fundamental mantener a tus hijos ocupados con actividades variadas. Algunas sugerencias son:
- Juegos y juguetes: Prefiere los juguetes no ruidosos y fáciles de llevar, como puzzles, libro de colorear o cartas.
- Opciones electrónicas: Una tableta o un reproductor de DVD puede ser una excelente fuente de entretenimiento. No olvides los audífonos y asegúrate de tener películas, dibujos animados y juegos adaptados a su edad.
- Respeta su ritmo: Trata de respetar sus horarios de duerme lo máximo posible y anímalos a descansar durante el vuelo. Un cojín de viaje y una manta ligera pueden mejorar su confort.
3. Gestión de imprevistos y situaciones desafiantes
Aunque tengas la mejor preparación del mundo, es posible enfrentar situaciones inesperadas durante un viaje largo con niños. Aquí te explicamos cómo manejarlas:
Desfase horario y problemas de sueño
El desfase horario puede alterar el ciclo de sueño de los niños y volverlos más irritables. Para evitar esto, anímalos a dormir durante el vuelo y ajusta gradualmente sus horas de sueño unos días antes de la salida.
Turbulencia y mareo
Las turbulencias pueden provocar ansiedad en algunos niños. Hazles saber que es algo normal y sin peligro. En caso de mareo, consulta con tu médico que podrá recetar un tratamiento o consejos adecuados.
Comportamiento desafiante o llanto
Es importante mantener la calma frente a un niño que se comporta mal o llora. Intenta entender la causa de su disgusto (hambre, cansancio, aburrimiento…) y propón una solución adecuada. No dudes en pedir ayuda al personal de vuelo si es necesario.
4. Cuida de ti mismo y disfruta del viaje
Para que tu viaje en avión con niños sea un éxito, es esencial que cuides de ti y de tu bienestar:
- Hidratación: Bebe agua regularmente durante el vuelo para evitar la deshidratación.
- Descansa: Aprovecha cuando tus hijos duermen para relajarte y tomar una siesta. Un pasajero bien descansado es más capaz de manejar situaciones complicadas.
- Haz pausas: No dudes en levantarte regularmente para estirarte y caminar por el pasillo del avión. Esto mejorará tu circulación sanguínea y reducirá la fatiga.
- Acepta ayuda: Si alguien te ofrece ayuda, acéptala con gratitud. El personal de vuelo está especialmente capacitado para asistir a los pasajeros en dificultades.
Si sigues estos consejos y trucos, tendrás todas las chances de que tu viaje en avión con niños sea un éxito. ¡Buen vuelo!